Me gustaría que fuera la última vez que te compadeces de ti mismo.
Que te quejas.
Que haces lo que no quieres hacer y dices lo que se supone que debes decir.
Que callas cuando no quieres.
Que te cagas de miedo y te paralizas por eones.
La última vez. Pude ser esta. ¿No notas la inmensidad dilatando tu pecho?
Despierta.
Paz.
En mis peores momentos siempre pensaba en comprarme eso o aquello.
Luego entiendes que nada exterior colma un vacío interior.
Cuánto más pleno te sientes menos cosas acumulas.
Y puedes empezar a comprender el “buen materialismo”. Allá donde disfrutas realmente de una serie reducida de cosas.
Mis libros, mis discos de colores, mi música, unos vaqueros, mis Converse y poca cosa más. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste una gran limpieza de todas esas cosas que ya no usas ni disfrutas?
Pruébalo. Vale tanto la pena que me quedo con la sensación de no poder explicarlo plenamente.
Paz.
Es como si cada día pudiera empezar una nueva vida.
Realmente… cada día puedes empezar una nueva vida.
Tienes más control y poder del que crees.
Estás a una idea del todo. Porque eres el todo.
Paz.
El Nota sabía lo que hacía. Aunque pareciera que no hacía gran cosa.
Un hombre puede ser feliz con pocas cosas siempre que no tenga que hacer muchas otras que no quiere.
La mayoría pensamos que cuando tengamos eso o aquello o estemos ahí o así podremos hacer únicamente lo que nos apetezca.
Yo he comprobado que se puede empezar a vivir esa libertad desde el momento preciso en el que tú decidas que va a ser así.
Nunca te van a dar un carnet diciendo “se ha ganado usted el derecho a hacer lo que le de la gana”. Ya lo tienes. Se llama “vivir la puta vida como te salga de los Santos cojones”. Y VIENE DE SERIE.
Disfruten queridos.
Paz tribu.
En su explicación sincera el Señor Fox se remite a su salvajismo.
No se prolonga en su argumento pues la Verdad rara vez admite más de tres o cuatro palabras.
Como si toda la lógica del mundo descansara en lo brutal de la naturaleza. “Porque soy un animal salvaje”. Punto.
Todos lo somos. Como él, puede que de forma inconsciente, negociemos a diario la cantidad de salvajismo a ceder.
Nos apetece levantarnos y marcharnos a mitad de una conversación tediosa y a veces (muchas) no lo hacemos. Otras veces asistimos a cenas o a reuniones con gente a la que no invitaríamos jamás a casa… Por poner dos ejemplos banales.
Y siempre se negocia al alza. Nunca a la baja.
Te propongo empezar a rechazar el “Cedo” de entrada. La negociación en primer término.
No hay nada más justo que observar la pura naturaleza de cada cosa y persona.
Abrazo la verdad de lo salvaje. De lo puro. Liberaré o abrazaré por medio de lo natural.
Lo esencial.
Eres un animal salvaje. No me negocies eso porque no voy a ceder.
Paz.
Pd: tenéis que ver la peli. “Fantástico Sr. Fox”
Los buenos amigos no dejan que te cortes el pelo.
Keep the love.
No importa demasiado ser bueno o no mientras tengas la oportunidad de lucharlo.
Tienes posibilidades si sigues en pie.
Hasta tambaleándote puedes lanzar ese último golpe ganador.
Aprieta el puño. Dale siempre fuerte.
Todo es una prueba.
Todo es una metáfora.
Todo es una lección. Maestra y directa.
Y estás interesado en ellas o no.
Tú decides.
Paz.
Qué bonito es todo en primavera.
Es que la vida es increíble amigos… Respirad fuerte. Por favor.
Paz.
Perder la sonrisa da comienzo a la autodestrucción.
Mantente alerta. Por favor.
Vamos.
Paz.